Han llegado las flores
Las flores han llegado
Una flor es de Pasión
De Perversión otra es flor.
Cuando leí el comentario sobre la última película de Jess, ‘La cripta de las Mujeres Malditas’(2008), quedé asombrado por su mínimo argumento y su extensa duración. Quedé pensativo porque Jess había desarrollado nuevos caminos estéticos para rodar sus películas, y ponía al descubierto por fin el ‘new cinema’. Pero era todo nuevo?, era esta película la más larga de Jess?.
Hacía tiempo que deseaba visionar las hasta entonces últimas películas del 2005, ‘Flores de la Pasión’ y ‘Flores de Perversión’, y algo o alguien me susurraba desde el umbral que la hora había llegado.
Conseguir ‘Las Flores’ no fue fácil, pasaron los meses y al fin llegaron. En principio parecían dos películas, pero ambas estaban protagonizadas por el mismo póquer de actrices: Fata Morgana, Carmen Montes, Rachel Sheppard y Lina Romay, a los cuales al final se suman también Eva Neumann, Ezequiel Caldas y Martin Gardfield. Además estaban ambas producidas por Manacoa, la propia productora de Jess largo tiempo dormida.
La misma música, la banda sonora de Jess & White, la misma localización, una habitación en un hotel de Málaga, y seguramente rodadas al mismo tiempo, una por la mañana y la otra por la tarde. Por todo ello me atrevía a considerar que se trataba de la misma película estructurada en dos partes, algo que ya ocurría también en ‘La caverna’, y de ser así hablaríamos entonces de una película de 191 minutos en total, seguramente una de las películas más larga de la historia, que además, por desarrollarse con un ‘argumento minimal’ y con largas y lánguidas escenas, aún se eterniza más y se alarga en el tiempo subjetivo.
Efectivamente, ambas películas presentan el mínimo argumento y el máximo de desnudos, podríamos decir que se nos presenta un desnudo argumento en todas sus dimensiones. Por otro lado siempre he considerado que dentro de las películas de Jess se esconden secretos ancestrales que pueden llegar a liberar nuestras mentes y trasladarnos a otros espacios profundos.
Considerando las hipótesis anteriores me dispuse a visionar las dos películas en un tiempo, o sea una detrás de otra, y tratar de anotar no sólo lo explícito de la obra, también las emociones, para así poder redactar un post con fundamento.
‘Las Flores de la Pasión’ se inspiran en el Cantar de los Cantares:
¡ Que me bese con besos de su boca ¡
Mejores son que el vino tus amores,
Qué suave el olor de tus perfumes;
Tu nombre es aroma penetrante,
Méteme, rey mío, en tu alcoba,
Disfrutemos juntos y gocemos,
Llévame en pos de ti: ¡ Corramos juntos ¡’
Ct 1, 2-4
El Cantar de los Cantares es una colección de poemas amorosos de estructura dramática donde el novio y la novia cantan poéticamente su amor. Estos poemas fueron escritos en el siglo V a.C. en Palestina y se integran en la Biblia de Jerusalén para reflejar, de algún modo, todo el amor de Dios hacia la humanidad.
‘¡ La voz de mi Amado!
Miradlo, aquí llega,
Saltando por los montes,
Brincando por las lomas.
Es mi amado una gacela,
Parecido a un cervatillo.
Mirad cómo se para
Oculto tras la cerca,
Mira por las ventanas,
Atisba por las rejas.’
Ct 2, 8-9
Con las ‘Flores de la Pasión’ Jess Franco traduce en imágenes este misterioso libro de la Biblia, que junto con el libro de ‘Los Salmos y el de ‘Las Lamentaciones’, constituye el núcleo erótico de la Verdad Revelada.
Es curioso como cuando se recitan los Salmos como mantras en la celebración de la misa los fieles no son conscientes de los oscuros mensajes que tras sus palabras se muestran.
De todos es conocido que los libros de la Biblia, y en particular los que constituyen el Pentateuco, son la Palabra de Dios, y que cada letra corresponde a un número, y cada número corresponde a una letra, de forma que al calcular los valores de las palabras y frases aparecen significados ocultos. De este tipo de estudios se encarga la Gema tría, la parte de la Kabbala hebrea que nos desvela el sentido místico de los textos divinos.
En los años 90 del siglo pasado un grupo de matemáticos israelíes descubrieron mensajes ocultos en la Biblia y gracias a un programa informático pudieron desencriptar predicciones sobre sucesos pasados y futuros de la historia de la humanidad. Aunque no se ha confirmado, voces agoreras anuncian haber descubierto la fecha límite del fin del mundo. En cualquier caso aquí estamos, esperando el Apocalipsis.
Al principio ‘Las Flores de la Pasión’ parece una extraña ventana sobre el amor lésbico mostrando a una pareja de lesbianas, protagonizadas por Fata Morgana y Carmen Montes, en sus deliciosas acrobacias sexuales. Una mujer, Raquel Sheppard, que vive enfrente y que acaba de romper con su novia, Lina Romay, parece ser que las observa obsesivamente.
En este caso no puedo obviar la inquietante relación, homenaje sin duda, de ‘Las Flores’ de Jess con ‘Las flores del Mal’ de Boudelaire, ni su poema Lesbos (V) :
‘Lesbos, donde los besos parecen cascadas
arrojándose sin miedo a los abismos insondables
y fluyendo como sollozos y a ratos con risas ahogadas
besos tormentosos y secretos, cambiantes y hondos;
Lesbos, tierra de noches ardientes y lánguidas’
Realmente estos versos describen los besos de las protagonistas y seguramente se trata de una fantasía del mismísimo Jess que narra placidamente con largas escenas de cuerpos desnudos, sexos abiertos y húmedos de felicidad. Sumando una escena donde Fata afeita el sexo de su compañera, rememorando sus prácticas de ‘Vampire Junction’. Esta escena se repite en la segunda parte y hace referencia a los textos de Sade en que se dice que el sexo de la mujer es tan bello que no se puede esconder tras tres tristes pelos.
El argumento de la primera parte pudiera ser el anterior, pero descubriendo que se trata de una película más larga de lo esperado, y observándola en su totalidad, me atrevo a sugerir que el argumento es otro, y más complicado.
Efectivamente, Sheppard no está mirando por la ventana con los prismáticos a la pareja de lesbianas retozando, ella está mirando su futuro, mientras recuerda su pasado donde disfrutaba de la compañía de su novia, unos momentos que se descubren en la segunda parte ‘Las flores de Perversión’.
Las primeras escenas de ‘Flores de Perversión nos muestran los momentos felices de la pareja Lina-Sheppard en la cama, pero entonces los retorcidos deseos ocultos de Lina hacia la perversión provocan la ruptura explicada de la primera parte.
En esta segunda parte se narra como la jefa de un puticlub, el personaje de Lina, recluta a dos nuevas prostitutas que son las que Raquel había estado observando en la primera parte desde la ventana de su apartamento. Habiendo podido comprobar todo su arte y lucimiento en la película anterior, Raquel recomienda a las divertidas lesbianas para el puesto de mujeres de vida alegre.
La jefa utiliza a la pareja de lesbianas prostitutas para que torturen a un hombre y a su novia, que según parece quería abandonar a la madame. En estos momentos aparecen, voz en off, los escritos de Sade en toda su plenitud, pidiendo a las mujeres que aborrezcan y asesinen a los hombres, porque ellas no los necesitan y ellos son necios, peludos y sudorosos.
Entonces se produce el encuentro de las dos parejas protagonistas de ‘Las Flores’: Morgana- Montes versus Romay-Sheppard. Hablamos aquí de un duelo de actrices por parejas, digno del ‘pressing catch’ de los domingos por la mañana. Sin duda las jóvenes se salen en su papel, están entregadas y disfrutan haciéndonos disfrutar. La pareja master aguanta el tipo, especialmente Lina, que como siempre lo borda, y Sheppard muestra una de sus mejores interpretaciones. En cualquier caso se trata de dar el relevo, y así se debe mostrar en ‘La cripta’ y en un futuro próximo.
Las torturas a la prostituta son extremadamente sádicas y crueles: la crucifican , le muerden ávidamente el sexo y al final la violan con un garfio. La crucifixión, en sentido simbólico, se refiere al sufrimiento clave de la contradicción y de la ambivalencia: penitencia y salvación o la condenación. Así se sitúa la Cruz entre la Virgen y San Juan, la Luna y el Sol, como contraposición de los sexos que además exponen el consecuente y el antecedente de la vida, el pasado y el futuro.
Lina, no satisfecha con esta execrable prueba, pide a las inocentes (¿x?) jóvenes que martiricen también a un pobre hombre hasta la muerte por castración, y las obliga al final a comerse su miembro viril, en un rito ancestral de canibalismo para lograr la energía del enemigo, el poder eterno y la gloria.
‘Junto a mí se agita sin cesar el Demonio;
Como aire impalpable a mi alrededor
Me lo trago y así mis pulmones quema
Y los llena de deseo eterno y culpable.’
Raquel observa horrorizada como Lina se ha vuelto loca, no se perdona haber entregado a las dos chicas a aquella irracional locura sangrienta y vuelve a su apartamento desde donde mira con sus prismáticos a las pervertidas vecinas, desde su pasado, en un bucle temporal, allí donde se retuerce la esencia misma del universo.
Por eso en la primera parte Raquel aparece desnuda y aparenta estar trise todo el tiempo, acompañada por una escultura del ‘Oscar’, un oscar excitado, como homenaje a la escena de masturbación de ‘El Ojete de Lulú’.
Al final Sheppard se suicida tirándose por la ventana, o túnel del tiempo, para caer entre la basura, y desde su piso la pareja feliz observa asombrada este macabro epílogo, para volver enseguida a la cama y continuar con sus actos sexuales. Aunque en la siguiente escena se mezclan Eros y Thánathos, para recordarnos que la vida y la muerte se dan siempre las manos, y en la película se enlazan con un beso lésbico.
Los que no sean fans de Jess no entenderán nada, dirán que es una película aburrida, quizás salven la banda sonora, quizás….
En muchas escenas la música nos recuerda, por ser la misma, a la escena del striptease de Analía Ivars en la película ‘El doctor Won’, remarcado por el parecido de las actrices. De hecho podemos observar a lo largo de todo el largometraje diversos homenajes a películas anteriores, de la última época, en particular la segunda parte en que utiliza los efectos del video digital para reflejar todo el surrealismo de la escena.
Cuando ya llevas más de tres horas de película y tus ojos fijos en la pantalla observan la danza insinuante de los cuerpos atractivos en lencería fina, con la música de jazz de fondo y los efectos especiales bombardeando de colores tus retinas, llegas a un estado hipnótico que te traslada a otras dimensiones.
Es entonces cuando te despiertas de pronto fuera de tu cuerpo y te observas a ti mismo allí sentado, en el sillón, cubierto de polvo y con una Coca-cola Light iluminando tu mano. A tu alrededor un coro de ángeles y arcángeles desarrollan extraños bailes hasta convertirse en demonios que te atacan cruelmente.
Tu corazón se acelera, la sangre fluye, y al final La Luz.
Las flores han llegado
Una flor es de Pasión
De Perversión otra es flor.
Cuando leí el comentario sobre la última película de Jess, ‘La cripta de las Mujeres Malditas’(2008), quedé asombrado por su mínimo argumento y su extensa duración. Quedé pensativo porque Jess había desarrollado nuevos caminos estéticos para rodar sus películas, y ponía al descubierto por fin el ‘new cinema’. Pero era todo nuevo?, era esta película la más larga de Jess?.
Hacía tiempo que deseaba visionar las hasta entonces últimas películas del 2005, ‘Flores de la Pasión’ y ‘Flores de Perversión’, y algo o alguien me susurraba desde el umbral que la hora había llegado.
Conseguir ‘Las Flores’ no fue fácil, pasaron los meses y al fin llegaron. En principio parecían dos películas, pero ambas estaban protagonizadas por el mismo póquer de actrices: Fata Morgana, Carmen Montes, Rachel Sheppard y Lina Romay, a los cuales al final se suman también Eva Neumann, Ezequiel Caldas y Martin Gardfield. Además estaban ambas producidas por Manacoa, la propia productora de Jess largo tiempo dormida.
La misma música, la banda sonora de Jess & White, la misma localización, una habitación en un hotel de Málaga, y seguramente rodadas al mismo tiempo, una por la mañana y la otra por la tarde. Por todo ello me atrevía a considerar que se trataba de la misma película estructurada en dos partes, algo que ya ocurría también en ‘La caverna’, y de ser así hablaríamos entonces de una película de 191 minutos en total, seguramente una de las películas más larga de la historia, que además, por desarrollarse con un ‘argumento minimal’ y con largas y lánguidas escenas, aún se eterniza más y se alarga en el tiempo subjetivo.
Efectivamente, ambas películas presentan el mínimo argumento y el máximo de desnudos, podríamos decir que se nos presenta un desnudo argumento en todas sus dimensiones. Por otro lado siempre he considerado que dentro de las películas de Jess se esconden secretos ancestrales que pueden llegar a liberar nuestras mentes y trasladarnos a otros espacios profundos.
Considerando las hipótesis anteriores me dispuse a visionar las dos películas en un tiempo, o sea una detrás de otra, y tratar de anotar no sólo lo explícito de la obra, también las emociones, para así poder redactar un post con fundamento.
‘Las Flores de la Pasión’ se inspiran en el Cantar de los Cantares:
¡ Que me bese con besos de su boca ¡
Mejores son que el vino tus amores,
Qué suave el olor de tus perfumes;
Tu nombre es aroma penetrante,
Méteme, rey mío, en tu alcoba,
Disfrutemos juntos y gocemos,
Llévame en pos de ti: ¡ Corramos juntos ¡’
Ct 1, 2-4
El Cantar de los Cantares es una colección de poemas amorosos de estructura dramática donde el novio y la novia cantan poéticamente su amor. Estos poemas fueron escritos en el siglo V a.C. en Palestina y se integran en la Biblia de Jerusalén para reflejar, de algún modo, todo el amor de Dios hacia la humanidad.
‘¡ La voz de mi Amado!
Miradlo, aquí llega,
Saltando por los montes,
Brincando por las lomas.
Es mi amado una gacela,
Parecido a un cervatillo.
Mirad cómo se para
Oculto tras la cerca,
Mira por las ventanas,
Atisba por las rejas.’
Ct 2, 8-9
Con las ‘Flores de la Pasión’ Jess Franco traduce en imágenes este misterioso libro de la Biblia, que junto con el libro de ‘Los Salmos y el de ‘Las Lamentaciones’, constituye el núcleo erótico de la Verdad Revelada.
Es curioso como cuando se recitan los Salmos como mantras en la celebración de la misa los fieles no son conscientes de los oscuros mensajes que tras sus palabras se muestran.
De todos es conocido que los libros de la Biblia, y en particular los que constituyen el Pentateuco, son la Palabra de Dios, y que cada letra corresponde a un número, y cada número corresponde a una letra, de forma que al calcular los valores de las palabras y frases aparecen significados ocultos. De este tipo de estudios se encarga la Gema tría, la parte de la Kabbala hebrea que nos desvela el sentido místico de los textos divinos.
En los años 90 del siglo pasado un grupo de matemáticos israelíes descubrieron mensajes ocultos en la Biblia y gracias a un programa informático pudieron desencriptar predicciones sobre sucesos pasados y futuros de la historia de la humanidad. Aunque no se ha confirmado, voces agoreras anuncian haber descubierto la fecha límite del fin del mundo. En cualquier caso aquí estamos, esperando el Apocalipsis.
Al principio ‘Las Flores de la Pasión’ parece una extraña ventana sobre el amor lésbico mostrando a una pareja de lesbianas, protagonizadas por Fata Morgana y Carmen Montes, en sus deliciosas acrobacias sexuales. Una mujer, Raquel Sheppard, que vive enfrente y que acaba de romper con su novia, Lina Romay, parece ser que las observa obsesivamente.
En este caso no puedo obviar la inquietante relación, homenaje sin duda, de ‘Las Flores’ de Jess con ‘Las flores del Mal’ de Boudelaire, ni su poema Lesbos (V) :
‘Lesbos, donde los besos parecen cascadas
arrojándose sin miedo a los abismos insondables
y fluyendo como sollozos y a ratos con risas ahogadas
besos tormentosos y secretos, cambiantes y hondos;
Lesbos, tierra de noches ardientes y lánguidas’
Realmente estos versos describen los besos de las protagonistas y seguramente se trata de una fantasía del mismísimo Jess que narra placidamente con largas escenas de cuerpos desnudos, sexos abiertos y húmedos de felicidad. Sumando una escena donde Fata afeita el sexo de su compañera, rememorando sus prácticas de ‘Vampire Junction’. Esta escena se repite en la segunda parte y hace referencia a los textos de Sade en que se dice que el sexo de la mujer es tan bello que no se puede esconder tras tres tristes pelos.
El argumento de la primera parte pudiera ser el anterior, pero descubriendo que se trata de una película más larga de lo esperado, y observándola en su totalidad, me atrevo a sugerir que el argumento es otro, y más complicado.
Efectivamente, Sheppard no está mirando por la ventana con los prismáticos a la pareja de lesbianas retozando, ella está mirando su futuro, mientras recuerda su pasado donde disfrutaba de la compañía de su novia, unos momentos que se descubren en la segunda parte ‘Las flores de Perversión’.
Las primeras escenas de ‘Flores de Perversión nos muestran los momentos felices de la pareja Lina-Sheppard en la cama, pero entonces los retorcidos deseos ocultos de Lina hacia la perversión provocan la ruptura explicada de la primera parte.
En esta segunda parte se narra como la jefa de un puticlub, el personaje de Lina, recluta a dos nuevas prostitutas que son las que Raquel había estado observando en la primera parte desde la ventana de su apartamento. Habiendo podido comprobar todo su arte y lucimiento en la película anterior, Raquel recomienda a las divertidas lesbianas para el puesto de mujeres de vida alegre.
La jefa utiliza a la pareja de lesbianas prostitutas para que torturen a un hombre y a su novia, que según parece quería abandonar a la madame. En estos momentos aparecen, voz en off, los escritos de Sade en toda su plenitud, pidiendo a las mujeres que aborrezcan y asesinen a los hombres, porque ellas no los necesitan y ellos son necios, peludos y sudorosos.
Entonces se produce el encuentro de las dos parejas protagonistas de ‘Las Flores’: Morgana- Montes versus Romay-Sheppard. Hablamos aquí de un duelo de actrices por parejas, digno del ‘pressing catch’ de los domingos por la mañana. Sin duda las jóvenes se salen en su papel, están entregadas y disfrutan haciéndonos disfrutar. La pareja master aguanta el tipo, especialmente Lina, que como siempre lo borda, y Sheppard muestra una de sus mejores interpretaciones. En cualquier caso se trata de dar el relevo, y así se debe mostrar en ‘La cripta’ y en un futuro próximo.
Las torturas a la prostituta son extremadamente sádicas y crueles: la crucifican , le muerden ávidamente el sexo y al final la violan con un garfio. La crucifixión, en sentido simbólico, se refiere al sufrimiento clave de la contradicción y de la ambivalencia: penitencia y salvación o la condenación. Así se sitúa la Cruz entre la Virgen y San Juan, la Luna y el Sol, como contraposición de los sexos que además exponen el consecuente y el antecedente de la vida, el pasado y el futuro.
Lina, no satisfecha con esta execrable prueba, pide a las inocentes (¿x?) jóvenes que martiricen también a un pobre hombre hasta la muerte por castración, y las obliga al final a comerse su miembro viril, en un rito ancestral de canibalismo para lograr la energía del enemigo, el poder eterno y la gloria.
‘Junto a mí se agita sin cesar el Demonio;
Como aire impalpable a mi alrededor
Me lo trago y así mis pulmones quema
Y los llena de deseo eterno y culpable.’
Raquel observa horrorizada como Lina se ha vuelto loca, no se perdona haber entregado a las dos chicas a aquella irracional locura sangrienta y vuelve a su apartamento desde donde mira con sus prismáticos a las pervertidas vecinas, desde su pasado, en un bucle temporal, allí donde se retuerce la esencia misma del universo.
Por eso en la primera parte Raquel aparece desnuda y aparenta estar trise todo el tiempo, acompañada por una escultura del ‘Oscar’, un oscar excitado, como homenaje a la escena de masturbación de ‘El Ojete de Lulú’.
Al final Sheppard se suicida tirándose por la ventana, o túnel del tiempo, para caer entre la basura, y desde su piso la pareja feliz observa asombrada este macabro epílogo, para volver enseguida a la cama y continuar con sus actos sexuales. Aunque en la siguiente escena se mezclan Eros y Thánathos, para recordarnos que la vida y la muerte se dan siempre las manos, y en la película se enlazan con un beso lésbico.
Los que no sean fans de Jess no entenderán nada, dirán que es una película aburrida, quizás salven la banda sonora, quizás….
En muchas escenas la música nos recuerda, por ser la misma, a la escena del striptease de Analía Ivars en la película ‘El doctor Won’, remarcado por el parecido de las actrices. De hecho podemos observar a lo largo de todo el largometraje diversos homenajes a películas anteriores, de la última época, en particular la segunda parte en que utiliza los efectos del video digital para reflejar todo el surrealismo de la escena.
Cuando ya llevas más de tres horas de película y tus ojos fijos en la pantalla observan la danza insinuante de los cuerpos atractivos en lencería fina, con la música de jazz de fondo y los efectos especiales bombardeando de colores tus retinas, llegas a un estado hipnótico que te traslada a otras dimensiones.
Es entonces cuando te despiertas de pronto fuera de tu cuerpo y te observas a ti mismo allí sentado, en el sillón, cubierto de polvo y con una Coca-cola Light iluminando tu mano. A tu alrededor un coro de ángeles y arcángeles desarrollan extraños bailes hasta convertirse en demonios que te atacan cruelmente.
Tu corazón se acelera, la sangre fluye, y al final La Luz.