sábado, 26 de enero de 2013

La Orina y el Relámpago


 
‘Tengo ganas de llorar, de cantar, de gritar, de bailar como un poseso, de decirles a todos ahí fuera que los quiero con locura, de follar, o mejor, de hacer el amor dulcemente a todas las fulanas del planeta susurrándoles bonitas palabras de compromiso al oído. ‘ Ramiro LPdr.

 

Directores: Pablo y Ramiro Lapiedra
Año: 2004
País: EXXXpaña

Género: Máster Cine para Adultos Experimental y Animal

Artistas principales:  Ángela Peña, Celia Blanco

Película porno experimental ¿? de denuncia social y porte surrealista ¿?… en serio??? Cómo se come esto ¡!, pues con una buena cuchara, porque Los Hermanos Lapiedra con sus ‘Delirios de Carne’ (2002) y sus ‘Lágrimas de Eros’ (2003) desde el principio presentaron al espectador unos ‘documentales de animales’ (eufemismo delictivo) con un marcado sentido estético.

Las  atrevidas películas porno de Pablo y  Ramiro Lapiedra se atreven con planteamientos, y no miento, íntimos y personales, pero además, ‘La orina y el relámpago’ (2004), se nos presenta como redentora de sus concesiones al mainstream. Salirse del cine porno convencional tiene sus riesgos, menos  distribución, menos dinero, pero Ellos son así, y te meten una película de arte y ensayo Porno!!! O no? Que a mi entender los explícitos planos de coitos y felaciones transversales son parte importante del guion, que hubiera quedado castrado (nunca mejor dicho) sin estas explícitas imágenes sexuales.

Para empezar esta película no aparece en el IMDB, por momentos desaparece como un fantasma solamente al alcance de algunos investigadores en busca de la locura. Locura inenarrable que se desata en un atrevido argumento: Dos bellísimas y jóvenes prostitutas, lesbianas, bulímicas y adictas a la cocaína, que descienden en un viaje sin retorno a los abismos de la autodestrucción.

Una despiadada obra sobre el sexo y las drogas que debe ser interpretada desde el mundo de las Ideas a través de los símbolos. El relámpago es la droga, la destrucción, el arcano XVI La Torre que muestra un gran rayo de luz destruyendo la Torre de Babel. La orina es nuestra humanidad, la esperanza, el arcano XVII conocido como La Estrella, que reencarnada en Babalón (la prostituta de Babilonia) es el canal utilizado por los poderes divinos para manifestarse en la tierra.

Los gustos literarios de Ramiro, entre Bataille y Sade, se abren camino plástico en el séptimo arte con el lenguaje de las imágenes. Imágenes impactantes, que por su crudeza sexual y animal solamente se pueden expresar en los guetos del cine pornográfico, pero que sin duda aspiran a transgredir la X para situarse en el metaarte experimental y fantástico.

Será porque el respetado intelectual y estudioso del cine Román Gubern le ha puesto a la película la etiqueta de  ‘absoluta obra maestra’, y sobre ella se ha pronunciado en sus conferencias académicas. O quizás se deba a la participación de la asombrosa pornostar Celia Blanco, una diva intelectual del porno alternativo que luce sus felaciones y coitos en escogidas películas del género para adultos, y que desde el principio unió sus expectativas con Ramiro en busca del cine porno perdido con fotografía impactante, hombres con cabezas de toro y eróticas escenas con maniquíes.

Perversas y calientes Ángela Peña y Celia Blanco juegan con ratoncitos recién nacidos, hasta la secuencia  en que aparecen las crías de ratones paseando por la vagina de la protagonista. Las dos actrices despliegan todo su arte interpretativo increíble haciendo creíbles sus personajes, por profesión o por experiencia personal, porque parecen vivir en la situación de la acción.

También debemos destacar la escena donde Celia se masturba con la ayuda de unos huevos duros restregados en su sexo, o la escena nocturna donde arquea su cuerpo y expulsa su orina al viento. El capítulo de la prostituta con el drogadicto, como Ángela es forzada en una felación entre llantos desgarradores o el sexo en una mesa de billar mientras se visita la iglesia.

Mientras se desarrolla la acción incluso admiramos la aparición del mítico Holly One, un enano que con su metro y medio de estatura se hizo famoso en la sala Bagdad de Barcelona y complació a más de una con su Pequeñito pero matón.

Qué más podemos pedir de una Porno. No hay mucho diálogo, hay pocas palabras y muchas imágenes que dan que pensar, primeros planos de Vaginas  y labios abiertos, que se resumen en la última donde la protagonista se mea (literalmente) sobre el cuerpo de su amiga destrozada por las drogas, de la misma forma que el mismísimo Zeus hizo con Dánae !!!!:

Orina y Relámpago !!!
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