Un remake no deja de ser una aventura mal resuelta. En este caso Rob Zombi hizo honor a su nombre y resucitó a un muerto viviente, al tiempo que Powers & Orona levantaron muy arriba las expectativas de los eXpectadoreX.
Rob Zombie es el nombre de combate de Robert Bartleh Cummings (12 de enero de 1965). De padres feriantes su deambular por el mundo lo llevó directo a la serie B y a la música, fundando en 1985 una banda de metal y groove llamada White Zombie, en homenaje a la película de 1932 protagonizada por Béla Lugosi.
Lo mejor para nuestro blog es que decidiera dedicarse al cine de Terror, aunque para realizar su primera película necesitara cuatro años, y al final se estrenó en el 2003: ‘La casa de los 1000 cadáveres’, con una estética peculiar de colores vivos, acción desenfundada, con el Capitán Spaulding y con su encantadora esposa Sheri Moon Zombie en el papelín de Baby.
No era suficiente, tenía material para más, mucho más, así que el 2005 sigue la historia con ‘Los Renegados del Diablo’. Ambos trabajos realmente cabrones con distorsiones y componentes gore que dan fe de la mismísima ‘Matanza de Texas’ (1974), con dos embriones.
Por todo ello no nos debe extrañar que sucumbiera a la llamada de Halloween, para dar su versión de los hechos, hablar del Origen y explayarse en la componente de perturbado emocional de Michael Myers que pueda llegar a justificar penas con glorias.
Rob Zombie no rodó con ‘Halloween: el Origen’ (2007) solamente un remake, deconstruyó la historia para recomponer los trozos de una forma distinta. En su nueva fórmula el personaje principal es el asesino de la Saga, como debía ser por aclamación del público, al que se define como un renegado psicópata por culpa de sus genes malditos: una madre prostituta, un padrastro zaparrastroso sacado de la mismísima casa de los 1000 cadáveres y una hermana ninfómana que al despertar con sus aventuras sexuales el trauma edípico del personaje le levanta la tapa de los sesos.
Explicando los orígenes se fundamenta la nueva estructura con explícitos conceptos psiquiátricos y de símbolos perdidos. Ahora el asesino tiene un sentido, hay una explicación psicopatológica de lo sucedido, mientras que en la original el asesino era la encarnación del mal en estado puro, el matar por matar sin alma ni sentido, orgía de violencia gratuita que despojaba al espectador de toda protección.
Sin obviar que el terror de la original supera con cruces la cuidada estética de esta última, debemos admitir que el motor que generó el éxito de la Saga se diluye en claroscuros de ‘Resplandor’ con hacha destrozando la garita del guarda en busca de su víctima inocente.
Este Halloween remake con precuela, dos en uno, incluso como secuela da salida a los halloweens de Carpenter que se habían enredado hasta perderse en el laberinto del Minotauro. Por ello la historia no puede permanecer ajena a los condicionantes de la Saga.
Como las caretas, componente comprometido del personaje que se mete de lleno con el malo de Latherface, más ‘Matanza de Texas’, al tiempo que la máscara de payaso, con su sonrisa pervertida, nos recuerda a ‘El Cuervo’. Unos personajes atormentados, asesino psicópata o víctima rediviva, entre cuyos extremos se mueve el nuevo M.M., que ya nada tiene que ver con el amorfo asesino sin alma de la primera película.
Y también fueron dos las películas Halloween Zombies, y la segunda ‘Halloween II’ (2009), más allá de cualquier duda razonable, para subir el santo al cielo. Ya en su primer plano se habla del símbolo del ‘Caballo Blanco’, enlazando con las imágenes perdidas en los créditos finales de la primera película, donde apenas uno recuerda la imagen del pequeño MM destruzando su caballo blanco de juguete…. Preludio y diluvio ¿???
Para desentrañar los símbolos lo mejor es hacer referencia al ‘Diccionario de Símbolos’ de Juan Eduardo Cirlot, que respecto al Caballo dice: Animal ctónico-funerario que en el plano biopsicológico simboliza los deseos exaltados, los instintos. Los antiguos rodios sacrificaban anualmente al sol una cuadriga con cuatro caballos que precipitaban en el mar. Soñar con un caballo blanco se consideraba presagio de Muerte.
No sólo es eso, en esta segunda parte, Halloween II (1997), se explicita más si cabe el cariz psicótico pervertido de la conexión de MM con su hermana, víctima inocente que se identifica y proyecta en los oscuros instintos de su cuchillo asesino.
La primera y la segunda parte se presentan y deben considerarse como unidad en una particular obra donde el director expone sus tesis y marca su propio y discutido estilo, quizás hasta demasiado por su descaro, mostrando nuevas líneas de desarrollo donde la carnalidad se abre camino. Zombie no puede evitar que MM llegué a expresar su sexualidad reprimida durante tantas películas, por lo que mientras asesina a la vecina amiga, también la viola con ansia y sangre.
Será por ese giro a lo divino que la saga no pudo escapar a la Parodia Porno, un degénero del cine que aprovechando el éxito de la película original introduce en el mercado una porno con ‘pecho y muslo’ del Pollo y la Polla de turno.
En la investigación debemos exponernos a la lujuria del visionando del objetivo, y a mayor sorpresa encontramos dos vídeos: ’Halloween: Parodia XXX Porn’ (2011) del director Jim Powers y ‘Official Halloween Parody’ (2011) de Gary Dean Orona… ‘no quieres caldo, dos tazas, y a caldo te quedas!!!!’
En principio se supone manía que un slashers se adaptaría fácilmente a una parodia porno, un género generado por Halloween de un psicópata que persigue y asesina a jóvenes adolescentes inocentes que hizo furor en los años 80 al combinar la violencia gratuita con las insinuaciones de sexo. El cuchillo cortando los juegos sexuales de las veladas orgías se podía entonces desarrollar como sexo puro y duro de depravados que se quedan a gusto.
Como la mayoría de las parodias porno el objetivo principal es mostrar las escenas de sexo explícito, mientras que el argumento circunstancial es un reclamo para rescatar al espectador de la monotonía propia del género. Si nos fijamos en las secuencias de sexo vemos que la ley de la acción se sigue a rajatabla: un primer intercambio de sexo oral donde la felación es protagonista como prolegómeno a la penetración vaginal o anal en sus características posturas: de frente, de lado, perruna y cabalgando, para finalizar con la eyaculación en la cara de la protagonista de amplia sonrisa.
El caso es que asesinatos y terror ciego quedan suspendidos a la vista de los jadeos espeluznantes de la protagonista.
Y como veo que esto va para largo, me tomo un descanso. Les prometo que si sobrevivo a las tres horas y media de parodia porno que me quedan por ver daré fe de las embestidas de las desvestidas artistas.
Alea Jacta Est
Enlaces
FOTOS