“ sed
caleat cunnus semper amore mio “
Jess Franco nos ha
proporcionado un enorme lote de films donde encontramos extensamente tratados
los más variados géneros, del horror al thriller, con espías, comedias,
westerns y porno. Una extensa Tierra Incógnita considerada basura e inmundicia,
tempranamente repudiada, odiada y ridiculizada por críticos y público que ahora
recibe una segunda oportunidad y experimenta un merecido renacimiento,
sobretodo entre esta juventud apocalíptica que busca sus santos en personajes
controvertidos, polémicos y freakis.
El videoadicto puede
disfrutar hoy de las películas más fantásticas con zombis, monstruos, vampiros
y vampiras. Hay películas cómo "Sadomanía", " El Sadico de Notre
Dame", "Sadiesterótica", "Vampyros Lesbos", o
"Tender and Perverse Emanuelle" que se habían perdido en las
filmotecas de innumerables países, y que ahora se están buscando
desesperadamente. Películas que te absorben aunque no estén dobladas y no
entiendas nada de lo que dicen, pues lo que cuenta es su atmósfera .
“Muchas de mis películas
están empezando a descubrirlas ahora, porque a mi me ha pasado una cosa
dramática, yo tengo un numero considerable de películas que todo el mundo ha
encontrado despreciables, repugnantes y una mierda , ahora, 10 años después de
que yo las he hecho empiezan a decir "ahh... aquellas", no jodas…
impresionantes!!!” – dijo Jess.
Los deseos más ocultos
quedan al descubierto en el cine de Jess Franco. Su mundo es un lodazal húmedo
de sexualidad consentida entre sábanas infinitas manchadas de sangre y gemidos
perversos que cortan la atmósfera llenándola del aroma del deseo. Toda una
provocación que con sus mensajeras ambiguas, mitad mujeres y mitad diosas,
despiertan nuestros sueños líquidos.
Hay películas mágicas que
dan buena suerte. Todavía sigo viajando por el metro con la lujuria del
monstruo entre las manos. Temo el día que deba regalar la película, los objetos
llegan a nosotros deseosos de transformarse en símbolos y somos nosotros que
los convertimos en sagrados con nuestra voluntad.
Esperando eternamente la
‘mors justi’, la muerte de los justos, aquella en que el cuerpo se libera a la
muerte por agotamiento lujurioso debido a un exceso de placer o sufrimiento y
que sobreviene en el mismísimo orgasmo final.
El Universo entero es Nuestro
con sus desolaciones
y sus incendios furiosos
con su música de explosiones
y sus ilimitados desiertos àridos