miércoles, 11 de abril de 2012

La Virgen de la Lujuria



Al salir del agua se encuentran coronas de flores. Sobre todo si quien sale del agua es una doncella muerta que así resucita. Reconoce el cielo, siente el frío del aire porque está desnuda. Reconoce los árboles y las plantas tenebrosas de la orilla. Pero no sabe quién es y nunca podrá saberlo. La tierra es un reverso. En ella se oyen sonidos que ocultan su espantoso silencio.



Director: Arturo Ripstein
Año: 2002
País: México, España

Guión : Max Aub (argumento) y Paz Alicia Garciadiego (guión)

Reparto

Ariadna Gil (Lola), Luis Felipe Tovar (Ignacio, Nacho para los amigos), Juan Diego (Gimeno), Julián Pastor (Don Lázaro), Patricia Reyes Spíndola (Raquel), Daniel Giménez Cacho (Toledano), Alberto Estrella (Gardenia), Carmen Madrid (Imelda), Carlos Chávez (Ezequiel), Gonçalo Diniz (Fabregats).


Sinopsis

Una historia de 1940 en el Café Ofelia de Veracruz, México, donde trabaja Ignacio Jurado. Este hombre es un solitario que hace solitarios a escondidas con su colección de fotos pornográficas que le regaló un cliente, y calentitas guarda en una cajita como el tesoro más preciado del lugar.

Ignacio trabaja para subsistir y malvivir sometido al amo del local hasta que un día aparece Lola. Lola es una prostituta española en busca del amor de un luchador enmascarado que la desprecia e ignora, y señora, se convierte en Dolores, ama del tímido y sumiso Ignacio, que lame sus pies en busca de consuelo mientras se arrastra por el suelo. Poco a poco Nacho va perdiendo más y más la cabeza por Lola, que no hace más que tratarlo mal y restregarle que su corazón pertenece al luchador con quien tuvo amoríos. Mientras, unos refugiados republicanos españoles se hospedan en el café y entre historietas y comentarios varios alimentan la imaginación de Nacho que para ganarse el amor de Lola se convierte en el hombre que asesinó a Franco.

Comentarios

Cuando estrenaron la película la atención llamó a la llama que se esconde en mi corazón, y sin ninguna razón me sumergí en las profundidades de un cine de Barcelona. El título y el cartel de la película eran sinónimos de la carta número 11 del Tarot de Crowley, el arcano llamado Lujuria, que representa a Babalón, la prostituta de Babilonia, cabalgando la Bestia de 7 cabezas. En la carta la mujer exprime la sangre de todos los santos en la copa del Santo Grial y despierta en todas sus dimensiones el poder de nuestra Fuerza a través del sacrificio por la lujuria de los cuerpos perdidos.

La verdad es que Luis Felipe borda su papel de esclavo de las circunstancias que redime sus perversiones con pornográficas visiones, sus obsesiones con Lola y el sexo sentido. La mentira es que Ariadna Gil más que increíble es no creíble, echando a perder un guión pendenciero que encierra barroquismos insólitos entre surrealistas listas de efectos mariposa que condenan el texto original.

Curiosa la coincidencia de experiencia rediviva del visionado de la película ‘La Virgen de la Lujuria’ con la que tuvo Cirlot al ver el ‘Señor de la Guerra’ en el Cine de la Luz situado en ‘La Avinguda de la Llum’, una galería subterránea de Barcelona ubicada bajo la Calle Pelayo, tocando la Rambla.

‘La Avinguda de la LLum’ se inauguró el 28 de julio de 1940 a instancias del comercial Jaume Sabaté que, inspirado en Ali Babá y los 40 ladrones, concibió su cueva de los Tesoros de Oros como una galería comercial subterránea donde todas las persona encontraran literalmente sus tesoros. Con 175 metros de longitud y 10 metros de anchura, la Avenida de la Luz contaba inicialmente con sesenta y cinco locales. A pesar de ello, con el paso del tiempo el número de comercios existentes y activos fue decreciendo y todo ello abandonado a la oscuridad de la Luz.

La idea era construir una ciudad subterránea desde la Rambla de Cataluña hasta la Plaza de Urquinaona, y para ello aprovechó una parte del túnel de la estación de Plaza de Cataluña de los FGC que se había inaugurado con motivo de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. En la película aparece el Café Ofelia también en unas galerías, circunscribiendo la acción en un universo claustrofóbico que lleva al espectador a sufrir el síndrome de Diógenes, un trastorno del comportamiento que se caracteriza por el total abandono personal y social y por el aislamiento voluntario acompañado por la acumulación de grandes cantidades de basura o de desperdicios.

La Avenida de la Luz fue premiada por el Ayuntamiento de Barcelona y fue declarada de atracción turística en 1949, pero a partir de los años sesenta comenzó su declive, y en los setenta quedó prácticamente abandonada por los usuarios y las autoridades. Durante buena parte del día acabó siendo refugio de numerosos vagabundos. Las condiciones higiénicas eran precarias y el número de comercios activos disminuyó por debajo de la mitad, siendo la mayoría bares.

El último en cerrar fue el cine de la Luz, que en su última etapa se convirtió en una sala X, dando sentido al precepto filosófico platónico del sexo en la cueva, y completando el destino escrito de la Avenida de la Luz dando claridad a las Ideas platónicas que allí se manifestaron.

Actualmente, parte del pasillo subterráneo de la Avenida de la Luz está ocupado por la marca de cosméticos francesa Sephora, que a su vez pertenece al centro comercial El Triangle, donde todavía se puede ver las características columnas, ahora pintadas de blanco y negro, mientras que el resto pertenece a los FGC y ha quedado tapiado y escondido en el olvido.

Claro que me ilumino con un café llamado Ofelia, porque Ofelia es la joven que se volvió loca de Amor por Hamlet, y que se suicidó arrojándose al rio por amor. No es acaso Nacho la Ofelia del caso y la apoteosis de su final remedo del sufrido por Cirlot en su locura poética por Bronwyn ???

En el cine de la Luz Juan Eduardo Cirlot vio en 1966 la película ‘El señor de la guerra’ (1965) de Franklin J. Schaffner, protagonizada por Charlton Heston y Rosemary Forsyth como Bronwy. Unos meses más tarde, después de ver la versión fílmica rusa de Hamlet de Grigori Kozinstev (1964), en un recuerdo de la primera película redescubrió todo un universo simbólico que lo estaba reclamando y que se concretó en su diccionario de Símbolos. Allí mismo se rindió a Bronwyn, la joven que surge del lago entre flores, que redime y enamora al caballero, como la recíproca de Ofelia, estableciendo conexiones entre dimensiones de existencia. De esa experiencia surgió una increíble obra poética que se concretó en el Ciclo Bronwyn, del que hemos dado fe en un post anterior (enlace).

Para Cirlot la intuición amorosa tiene valor de absoluto, está fuera del tiempo y tiene la posibilidad de renacer eternamente, afirmándose como vehículo de reconciliación con el cosmos y con la propia mismidad, esencia y existencia.

Más allá de ese saber hermético se descubre un mundo onírico donde pervive el más allá del no mundo y la vida muerta, donde la virgen es una reminiscencia que traduce su sentir en desarmonía amatoria con las palabras de su ‘La sola Virgen la’ :


La belleza de su

inalcanzable sé

donde todo detiene

lo tenebroso y da



Sola de virgen la

de que no se deshace

el de luces alud

Virgen inmensidad


Enlaces


La Virgen de la Lujuria (2002)
http://www.imdb.es/title/tt0332817/


El Señor de la guerra (1965)
http://www.imdb.com/title/tt0059896/


Cirlot, lo Oscuro en Poesía
http://horroerotica.blogspot.com.es/2012/03/cirlot-lo-oscuro-en-poesia.html




FOTOS























martes, 3 de abril de 2012

Necromania. A Tale of Weird Love!



Teorema: El peor director de cine filmará la peor película.


Corolario: La peor película porno de la historia será filmada por el peor director de cine



Necromania. A Tale of Weird Love !!!!!

Director: Edward D. Wood Jr. (Don Miller)

Año: 1971

País: USA



Reparto

Maria Arnold ... Madame Heles, la necromancer con calavera

Rene Bond ... Shirley

Ric Lutze ... Danny

Edward D. Wood Jr.

Comentarios

Considerado que según el Diccionario Enciclopédico de la Historia del Cine el peor director de la historia ha sido Ed Wood, entonces la película que hoy presentamos debe ser sin duda la P.P.P. …. La Peor Película Porno de la Hª, que también se podría traducir por ‘la mala leche’.

Edward Davis Wood, Jr. nació en Poughkeepsie el 10 de octubre de 1924 y tiene el dudoso honor de haber pasado a la historia del cine como ‘director de culto oculto’ por la baja calidad de sus películas, sus guiones ‘raccord’ Ginness de la incoherencia y sus friki-actores preferidos como Vampira o el mismísimo Bela Lugosi. Por todo ello y un Tim Barton de por medio, se le considera hoy en día una especie de genio creativo muy activo y muy rarillo.

Después de ver su apostólica ‘Glen o Glenda’ de 1953, que digerí horriblemente desde el patio de butacas, nunca se me habría pasado por la cabeza, si pensara, descubrir de pronto una su obra pornográfica. Descubrí entonces como Ed después de su fallida acometida por los páramos del terror y la ciencia ficción se había pasado a la bebida y de paso un paso en el género porno.

Nada que discutir, veamos que nos aporta la P.P.P. de la Hª: supositorios para combatir los problemas sexuales de los personajes principales, Danny y Shirley, que estamos en crisis y esto no se levanta. Ed Wood resulta mucho más original que un orinal para resolver esta crisis conyugal, y como no creía en los falsos consejeros matrimoniales pone a los amantes en manos de una nigromante, y con sus ceremonias bizarras, haciendo pacto con el Diablo, se levanta España.

Así se resuelven los problemas, con brujas y calaveras, practicando sexo perverso con un zombi en un ataúd…. Que nos van a enterrar vivos y estamos ‘follando’ !! , uyyy… perdón, digo rodando… rodando y pagando el pato, por no decir otra cosa que implica el ‘ojo de atrás’ y que todos los trabajadores de este país tienen al Rojo Vivo ¡!!!

Esta es la Peor Película porno de la historia porque de porno tiene poco o nada, apenas unos abrazos lésbicos caseros con muchos esmeros y un coito explícito en plena paranoia brujeril . Que Dios nos coja confesados y Lucifer perdone nuestros pecados, cualquier película porno del cine clásico de los 70 da más por menos y esta es una excepción que tiene impregnada la zarpa salvaje de Ed Wood, aunque el cartel inicial dice: “El reparto y los miembros del equipo prefieren permanecer en el anonimato”, y Ed Wood prefiere firmar con el seudónimo de Don Miller.

Seguramente es difícil para un director de cine substraerse al oscuro deseo de rodar una porno cuando los succubus alimentan sus pesadillas de lujuria cada noche y tiene una cámara y una mano, o una mano en la cámara. Tomemos pues buena nota del asunto y barrunto que en esta película se encuentran las respuestas.

Ánimos a Todos, y recordar que ante las adversidades y las crisis (existenciales y otras) unos buenos ‘polvos mágickos’ nos alegrarán la fiesta.

…. A veces pienso que mi vida es apenas un relámpago en medio de la Tormenta….



 
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