sábado, 10 de mayo de 2008

Lady Porno




Todas las historias tienen su lógica interna, y todas las películas de Jess son razonablemente ilógicas. Para empezar en esta película de 1976 Jess utiliza el pseudónimo de Tawer Nero, en clara referencia a Julio Pérez Tabernero con el que firma el guión, que como es costumbre no es lo más importante, o quizás la codirección, lo cual no queda claro. De cualquier forma la presentación de los títulos de crédito con las imágenes de una sensual actuación de cabaret, y la aparición del nombre del director entre los pechos desnudos de la protagonista, sí es típicamente franquiana.

Lady Porno cuenta las peripecias de Sylvia, Lina Romay, la artista de cabaret que se desnuda de principio a fin durante todo el film, mostrando su sexo desde todos los ángulos posibles, y ensayando posturas que más tarde mostrará en ‘El Ojete de Lulú’. En este sentido el título podría haber sido más claro, pues el protagonista real de la película es el sexo de la protagonista: ‘Es como un conejito que solo espera una caricia para abrirse a la ternura…. y que ternura’.

Sylvia es invitada a una fiesta por una pareja para participar en una orgía. Después del desmadre sexual del triángulo amoroso, una vez más con Mónica Swing en uno de los vértices, se despierta y encuentra a la pareja asesinada. Cuando intenta escapar es secuestrada por otra extraña pareja que se vuelve loca por desnudarla, violarla y lamerle el sexo, hasta que llega su jefe Janos Radeck, un cojo, feo, y manco que habla un peculiar castellano alemanizado. Este personaje encarnado por Jess es un claro homenaje al Dr. Strangelov, de la célebre película de Stanley Kubrik ‘Teléfono Rojo...¿volamos hacia Moscú?’ , protagonizada por Peter Sellers. De esta película de Stanley Jess también toma su sentido irónico y divertido para narrar su historia de espías y detectives entre delirantes secuestros, violaciones y asesinatos.

En principio Lady Porno muestra las típicas escenas eróticas de las películas de Jess y no se puede catalogar de pornográfica, aunque sea para mayores de 18 años. Las películas porno de Jess se rodaron en la década de los 80, y en los 70 eran de tetas, culos y gemidos de placer, aunque como dice Jess, la frontera de la pornografía sólo es cuestión del tipo de plano que utilizas, y las ‘frankiporno’ son un ‘private’ aparte de todo lo conocido y socorrido por conocer.

Ésta es una película en la que Lina mira a la cámara y explica directamente a los espectadores sus sentimientos y pensamientos, con su lenguaje procaz, picante y mundano. De esta forma Jess juega con la película dentro de la película, como Vermeer pinta un cuadro dentro del cuadro, ambos con la sinceridad del genio creador que sabe que su obra finaliza con la acción del espectador. En este sentido las palabras de Radeck son reveladoras, en una escena donde está telefoneando (¿teléfono rojo?) dice:

‘Soy 008, le llamo para explicar la verdadera muerte de Joe……. odio a todo el mundo … (dejando el acento alemán, mirando a la cámara y quitándose las gafas ) ustedes creen que soy un audaz agente internacional, no sean tontos, mírenme atentamente y se darán cuenta que mi verdadera profesión es la de actor!!!’


La película se resuelve como una ‘road movie’, con todos en movimiento entre persecuciones, disparos y muertes. El espectador se puede morir de risa o quedarse extasiado por las explícitas muestras de carne y sexo, hasta llegar al éxtasis con la escena final, una perturbadora escena en la que Sylvia desvergonzadamente se masturba, y la cámara busca ávida los dedos azotando el clítoris de un depilado sexo. Entonces si descubrimos a Lady Porno, porque en aquella desnuda escena nada es simulado y todo se viste de aquella obscenidad que retrata nuestra realidad de reprimidos deseos, para acabar con un guiño de complicidad y un beso al espectador.

1 comentario:

angeluco10 dijo...

Con comentarios como éstos dan ganas de ver la película y no porque sea erótica si no por encontrar guiños cinéfilos.