lunes, 4 de febrero de 2008

JUSTINE


La obra del marqués de Sade siempre ha alumbrado las sombras de Jess Franco. Muchas películas de Jess se basan, directa o indirectamente en la obra de Sade. En este sentido no es de extrañar que en el año 19-69 aprovechara para desarrollar una de sus pelis perversas y retorcidas: Justine.

En esta película aparece el Marqués de Sade reencarnado en el cuerpo de Klaus Kinski. Explica Jess que fue fácil trabajar con Kinski, contratado por sólo unas horas para rodar todas las imágenes del marques en la cárcel, que luego se fueron intercalando a lo largo de la película.



Por otro lado seguramente fue más divertido contar con Romina Power para el personaje de Justine, considerando que Jess creía que con esta actriz solamente se podía hacer un film de Blancanieves.


Se completa el cartel de actores con un reparto internacional que incluye a Maria Rohm, Jack Palance, Mercedes Mccambridge y Oscar Akim Tamiroff. Mención aparte para Howar Vernon, el actor fetiche de Jess Franco, que aparece en la parte final de la obra.

El sexo, la violencia y las perversiones se retuercen durante toda la película para desembocar en la caótica escena final.

Me gustaría destacar las escenas del monasterio y los sádicos monjes, que se rodaron en el Parque Güell de Barcelona. La cena de los ‘hermanos’ se desarrolla en la sala de las columnas, que Franco utiliza libremente también en ‘el castillo de Fu Manchú’. Algún día reconocerán a Jess Franco como el gran descubridor de Barcelona, de Gaudí en particular.

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