Helter Skelter es un tobogán en espiral que se encuentra en los parques británicos y que da nombre a una famosa canción de los Beatles. Pero lo realmente espeluznante del Helter Skelter fue que el satánico Charles Manson lo interpretó como ‘El Caos’, como la guerra entre razas, y en el fin del fin, resultó ser un motivo de inspiración para los crueles asesinatos de Sharon Tate, embarazada, y de sus amigos. Sharon Tate era la mujer de Polansky, el famoso director de ‘la semilla del diablo’ que según parece descubría los entresijos de las sectas satánicas de la época. Quizás por ello fue castigado con el asesinato de su mujer.
En el año 2000 inaugura Jess Franco el nuevo milenio con su película Helter Skelter. Conocía Jess toda la historia de asesinatos y brujería que se escondía detrás de ese nombre ???? Seguramente, y sin duda esa conexión satánica del título con la obra de Manson es uno más de los oscuros mensajes que encontramos a lo largo de la película.
En principio esta película se basa, una vez más, en la obra de Sade, y nos presenta diferentes escenas de puro espectá-culo erótico sadomasoquista. En este sentido no hay de hecho un guión establecido, y Jess desarrolla su película con escenas inconexas atrapadas en sus obsesiones de sexo y violencia, con una Lina Romay madura en cuerpo y alma que desarrolla todos sus registros perversos en una poesía visual. Y es que no podemos obviar ese sentido poético del film, derritiendo nuestros sentidos con una sinuosa forma femenina, dígase Analía Ivars, que danza con un suave sonido de jazz. Aunque la escena de Analía es un injerto de la película Dr Wong, la cual a su vez, si recordáis, tiene insertadas secuencias de otras películas, con lo cual el espacio cinematográfico de Jess Franco se nos retuerce en el tiempo y el espacio para llevarnos directos al profundo Absoluto.
Otro punto a comentar es la referencia que se hace en la película a la pintura de Velásquez: ‘la Venus en el espejo’, y que actualmente se encuentra en la Nacional Gallery. Que pinta esta Venus en una película de sadismo y terror?... bueno lo mismo que el libro ‘ Tres caras del terror’, que está leyendo Lina Romay y que está dedicado a Franco… son dos elementos que se introducen para llegar a nuestro inconsciente y alertarle que lo que está viendo no es una simple película, se trata de algo mucho más profundo.
Jess a través de estos elementos simbólicos nos dice que la película es como un espejo en el cual nos vemos reflejados, nuestras caras son las caras que vemos en la pantalla. La escena de las botas en la que aparece una Lina sumisa, o la escena en que la dominante es Lina y somete a una pareja, son las partes de este profundo Absoluto que gira y gira como en el tobogán Helter Skelter.
Sade o Manson, placer o dolor, héroes o villanos, vida o muerte….. nos dejamos atrapar por una imágenes que nos llevan al éxtasis metafísico y que dilatan nuestras pupilas como a ‘le désesperé’ expuesto en el Gran Palais.
En el año 2000 inaugura Jess Franco el nuevo milenio con su película Helter Skelter. Conocía Jess toda la historia de asesinatos y brujería que se escondía detrás de ese nombre ???? Seguramente, y sin duda esa conexión satánica del título con la obra de Manson es uno más de los oscuros mensajes que encontramos a lo largo de la película.
En principio esta película se basa, una vez más, en la obra de Sade, y nos presenta diferentes escenas de puro espectá-culo erótico sadomasoquista. En este sentido no hay de hecho un guión establecido, y Jess desarrolla su película con escenas inconexas atrapadas en sus obsesiones de sexo y violencia, con una Lina Romay madura en cuerpo y alma que desarrolla todos sus registros perversos en una poesía visual. Y es que no podemos obviar ese sentido poético del film, derritiendo nuestros sentidos con una sinuosa forma femenina, dígase Analía Ivars, que danza con un suave sonido de jazz. Aunque la escena de Analía es un injerto de la película Dr Wong, la cual a su vez, si recordáis, tiene insertadas secuencias de otras películas, con lo cual el espacio cinematográfico de Jess Franco se nos retuerce en el tiempo y el espacio para llevarnos directos al profundo Absoluto.
Otro punto a comentar es la referencia que se hace en la película a la pintura de Velásquez: ‘la Venus en el espejo’, y que actualmente se encuentra en la Nacional Gallery. Que pinta esta Venus en una película de sadismo y terror?... bueno lo mismo que el libro ‘ Tres caras del terror’, que está leyendo Lina Romay y que está dedicado a Franco… son dos elementos que se introducen para llegar a nuestro inconsciente y alertarle que lo que está viendo no es una simple película, se trata de algo mucho más profundo.
Jess a través de estos elementos simbólicos nos dice que la película es como un espejo en el cual nos vemos reflejados, nuestras caras son las caras que vemos en la pantalla. La escena de las botas en la que aparece una Lina sumisa, o la escena en que la dominante es Lina y somete a una pareja, son las partes de este profundo Absoluto que gira y gira como en el tobogán Helter Skelter.
Sade o Manson, placer o dolor, héroes o villanos, vida o muerte….. nos dejamos atrapar por una imágenes que nos llevan al éxtasis metafísico y que dilatan nuestras pupilas como a ‘le désesperé’ expuesto en el Gran Palais.
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