Dibujo: Pepe Gonzalez
Guión: Rich Margopoulos
Revista: Creepy 42 (diciembre 1982)
Editor: Toutain
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El nombre de Josep Toutain hizo boom en los años 80 con la edición de
revistas para adultos. Tomando como modelo la Warren americana, editó con sus
materiales las revistas ‘1984’ de ciencia ficción y ‘Creepy’ de terror, o sea, el
esplendor del cómic en España, manteniéndose sus revistas en el candelero a
pesar de la competencia y los aumentos incesantes de precios por culpa del papel.
Curiosamente en sus páginas, los dibujantes españoles como Esteban Maroto, Pepe González, José Maria Beà,
Rafael Auraleón y José Ortiz, que empezaron trabajando en la editorial
Selecciones Ilustradas para dar el salto del Atlántico para Warren, volvían sus
obras a su país de origen para reencontrarse.
Cuando se publicaron las historias de Vampirella en la revista Creepy, las
cartas de los lectores criticaron de forma exacerbada la pobreza de sus
guiones, poniendo a parir a sus guionistas. Lo que algunos lectores ignoraban
seguro, es que en aquellos momentos el dibujante Pepe podía elegir a su
conveniencia el guion. Pepe, después de soportar imposiciones durante toda su
vida para dibujar la mente de algún demente, alcanzó su estatus como el mejor
dibujante de Vampirella y se le concedió
la gracia de poder elegir, y como dice la viñeta, elegir un guion para mostrar
sus bellas mujeres y no complicarse la vida.
El pobre Margopoulos, licenciado en filosofía y religión, guionista en Hunter,
Demon Killer, Vampirella, Eerie y Creepy, se lo tomó con filosofía para esta
historia de ‘La Maldición Wrathmore’
con reminiscencia de rimas y leyendas hasta un cuento de Poe. El argumento
cuenta la leyenda de Amadeus Van Helsing, cazador de brujas y vampiros y
antepasado de los protagonistas, que condenó a una joven Elizabeth Wrathmore a la
horca por bruja, y resultó ser una bruja, que lo maldijo a perder la vida cada
100 años a morros de un perro infernal, tipo Cancerbero, que por unas horas
abandonaba las puertas del infierno para cargarse al joven Van Helsing de
turno. En este siglo le tocaba a Adam, el novio de Vampirella, y ya tenemos el
nudo de la acción servida.
En el ataque perruno resulta que las balas bendecidas para acabar con su
perra vida en realidad han sido maldecidas por los malvados seguidores de Chaos
(los eternos enemigos de Vampirella), así que NO sirven. Una oportuna llamada
del párroco, que se libera en apenas una viñeta, advierte y activa la
transformación de Vampirella que parte en ayuda de su amado. El oportuno
desenlace en la última página de seis viñetas se traduce en quemar la momia de
la bruja para liberarse de todos los demonios.
Estas historias autoconclusivas en 8 páginas no pueden dar más de sí en su
argumento, por lo que el lector deberá disfrutar fundamentalmente del artista
en su dibujo y arte, el arte de Pepe Gonzalez.
Hablar de Pepe Gonzalez es dar un homenaje al mejor dibujante de mujeres de
todos los tiempos. Cuando llegaba a la editorial con sus dibujos todos sus
compañeros lo copiaban y aprovechaban su estilo para mejorar sus obras.
Cuando Warren quiso revolucionar el género de terror introduciendo
elementos eróticos con mujeres de falda corta y dientes largos, encargó a Archie
Goodwin el desarrollo de los argumentos. Pero el dibujo de los primeros
artistas que tomaron el desafío, Frank Frazetta y Tom Sutton, tenían un aire infantil y hasta clásico, por
no decir poco intensos. Cuando Warren vió las ilustraciones de Pepe Gonzalez ya
no dudó ni un momento, aquella imagen era su Vampirella, y con su dibujo se
disparó el éxito del personaje que en 1969 tuvo su propia revista, hasta llegar
a la versión futurista y manga de 2001, suma y sigue para disfrute de los
fieles.
La estructura de las historias de Vampirella de Pepe suele ser de 8
páginas, la primera una ‘splash page’ que sirve como introducción y las demás
de viñetas distribuidas 3 y 3 en dos filas. En unas páginas utiliza las clásica de viñetas rectangulares, mientras que
en otras las viñetas son de contornos trapezoidales para intensificar dinamismo
a la acción.
El dibujo destaca en sus primeros planos de los personajes principales
donde realmente el artista se luce. El tratamiento de la pareja refleja su temprana experiencia y sensibilidad
en dibujar historias románticas para la editorial Toray tocando la ‘Serenata’
para ‘Susana’. Vampirella en todo su terror transita entre el erotismo y
romanticismo con dibujos que melancólicos surgen del papel.
Además los objetos y elementos de
documentación son precisos en la medida que el dibujante fuera agraciado con
memoria fotográfica que facilitaba su capacidad de acción.
La vida de Pepe fue una tragicomedia. Soltero y sin compromiso. Descrito
como el sujeto que duerme de día y toma copas de noche en el "Pub Greta
Garbo" mientras dibuja a Marilyn Monroe, uno que hace retratos y muy de tarde
en tarde, alguna historieta de mujeres explosivas y voluptuosas.
Nunca buscó la gloria ni la memoria y el dinero le fue esquivo, hasta la
miseria en sus últimos años, enfermo lleno de alcohol y falto de espíritu,
murió de pronto sólo y abandonado en su piso en 2009. Dicen que desde que su
madre falleció nadie se cuidó de él, y
él mismo sucumbió al abismo. Muchos amigos que se lamentan, quizás pudimos
hacer más por Pepe, el que regalaba dibujos y cuadros y solamente quería
trabajar 15 días al mes, dos días por página, para el resto vivir la vida.
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