martes, 13 de marzo de 2012

Belcebú, Satanás y Lucifer Rising



Satanás vende drogas en el Infierno


Drogas, quién dijo drogas ????, si acaso he de morir que sea por una sobredosis de sexo y no por el ‘PorrO’ que me fumé mientras investigaba el fenómeno OVNI en Tivissa.


Aquella abducción apenas duró una hora y treinta y cinco minutos, un record Guiness de ver lucecitas en el cielo estrellado, pero me marcó a fuego para el resto de toda mi pseudovida.

Años más tarde me estrellé sin darme cuenta con el primer largometraje de Sergio Blasco, Belcebú...  que trataba de prostitutas emporradas en busca del sentido de la vida. Un sinsentido de argumento que las llevaba a ejercer de felices actrices felatrices para una productora de cine porno propiedad de un rockero satánico en busca de la gloria bendita.

Bueno, o malo quizás, el tema central era de Fausto, y explicaba como el rockero , encarnado por el mismísimo Sergio, vendía su alma al diablo para obtener el éXito circuncidado por sus circunstancias, sus espectáculos, las sectas, las persecuciones en coche, el chico que busca trabajo en una productora porno y encuentra a la chica, y la búsqueda de la redención de su Dro-gata Dulcinea hasta desaparecer en un final explosivo de cohetes para una Opera Prima de primorosa belleza satánica.

En este film las ‘drogas’ aparecen como el elemento que sirve de excusa para avivar la llama del argumento y quemar al espectador, o su disco duro, en tiempos de brujas. Mientras la drogadicta y su toxicómano, pistola en mano, formalizan un ‘ToxiaTraco’ en una farmacia, el cantante de Heavy Metal es acusado de provocar suicidios con la letra de sus canciones satánicas y prepara una ceremonia para convocar al demonio. Claro, claro y oscuro, convoca a sus actrices para ofrecerlas a Belcebú en la debida ofrenda sin flores de sacrificio, pero con desfloración vaginal de las (+ o -) vírgenes inocentes (- o +).

Una Obra de toque perverso y sadomasoquista con sexo, drogas y demonios que el mismísimo Crowley firmaría para su libro sobre la Cocaína diciendo: ‘De todas las gracias alrededor del trono de Venus la más tímida y elusiva es la doncella llamada Felicidad’.



Mas sobre diablos y demonios digamos cuatro cosas interesantes: como que son espíritus del MAL, que pueden poseer a los seres humanos, y que en la Biblia se dice asumen diferentes nombres que corresponden a distintas manifestaciones de su maldad. ¿Has dicho cuatro? y de las tentaciones que conducen a los Hombres (alguna mujer ¿?) al pecado. Así que no todos son iguales, o significan lo mismo por defecto, también hay categorías, y por supuesto cada uno requiere invocaciones distintas.

Satanás, por ejemplo, representa como entidad en cantidad la encarnación suprema del Mal. Es el Príncipe del Bel Air (¿?) de los demonios, y sus dominios son el Reino de las Tinieblas, y es Enemigo Íntimo de Dios. La Iglesia Catódica Apostólica y Romana identifica a Satanás con el Ángel caído que se rebeló contra Dios, y en este sentido también se le reconoce como Lucifer, o Luzbel, que significa ‘el portador de la Luz’, recordando que en su día fue el ángel más hermoso de Todos. Cuando Luzbel se rebeló contra Dios se le llamó Lucifer despectivamente, y cuando se constituyó en su rebelión como temido adversario, se le llamó Satanás.

Respecto a Belcebú, también llamado Baal Zebud, recordemos que debe su origen a la deidad filistea de los ejércitos que se adoraba en Ecrón, y será por ello, o por ello sí será, que fue declarado enemigo del pueblo hebreo y se asimiló como deidad pervertida por la tradición cristiana.

Etimológicamente Belcebú significa ‘El Señor de las Moscas’, dado que los adoradores de Baal dejaban pudrir en sus templos las carnes en sacrificio, provocando de forma natural la infestación de moscas como manifestación consentida de su dios. Hecho , o deshechos, que relaciona este demonio con el obispo y mártir de Gerona, San Narciso, ‘El Santo de las Moscas’. Cuenta la leyenda como durante la invasión de las tropas francesas de la ciudad de Gerona (1286) ocuparon la colegiata de Sant Félix, donde se veneraba el cuerpo incorrupto del santo, y que de pronto de su cuerpo brotaron miles de moscas, que entraron por las fosas nasales y anales de los caballos y sus amos, provocando un intenso dolor hasta que muchos de ellos, caballeros y caballos, fallecieron en el Acto.

Lucifer, Satanás y Belcebú…. La Tríada Infernal que gobierna los Infiernos y asume la perversión original de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y que hoy en día en su traducción mezquina se diría: ‘Sexo, Drogas y Rock and Roll’.



Todo empieza entonces con ‘Satanás’, la película de 1934 en que Edgar G. Ulmer realizó una brillante adaptación del relato ‘El Gato Negro’ de Edgar Allan Poe. En ella se narra como una pareja de recién casados de viaje de novios se encuentran con el extraño Dr. Vitus y acaban en la mansión del misterioso arquitecto Poelzig, que rinde culto a Satán mientras aplica a su gusto de Zumo Sacerdote el cóctel de los Ritos de Lucifer.

Bela Lugosi y Boris Karloff representan a la perfección el duelo ancestral de Drácula contra Frankenstein, mientras entre sombras se hacen referencias a la Abadía de Thelema y a su Satánica Majestad Aleister Crowley . Argumento que refleja un aumento sutil de los actos perversos de magia negra y sacrificios en la Abadía, donde se consumían drogas y se celebraban orgías para trabajar con el orgasmo como catalizador de energías, justo hasta el juicio contra Crowley en que Betty May declaró como murió su marido Raoul Loveday por las infecciones debidas a su iniciación como novicio thelemita, en su penitencia de cortarse el brazo con una navaja cada vez que sin querer pronunciaba la palabra ‘YO’.

Ulmer, en su’ Satanás’, se inspiró muy mucho en las influencias esotéricas de Crowley para mostrar una de las mejores películas sin sexo de horror y satanismo, pero fue Kenneth Anger quien más y mejor mostró su pasión por Crowley en su ‘Lucifer ’.

‘Lucifer Rising’ aparece en 1981 después de 20 años de diabólica preparación y producción contra las fuerzas ciegas de la naturaleza: el viento y la marea. Mareados quedaron todos ante esta película del chico malo de ‘Hollywood Babilonia’, Kenneth Anger, y su perversa obsesión con nombre propio, el Mago Negro Aleister. Crowley aparece en el film como la Bestia 666 por su castillo, en uno de sus actos de Mágick que combina sexo y meditación en base a La Voluntad y la conocida ley de Thelema que dicta: ‘Haz lo que quieras es toda la Ley’ .

El estudio y experimentación con las drogas como el opio, la cocaína, el hachís y la heroína, hicieron de Crowley un pionero en el arte de la invocación satánica, al tiempo que sus escritos thelémicos constituyeron una influencia fundamental en la psicodelia de la contracultura y la cultura hippie, que con el LSD abrieron las puertas de la percepción con vistas al mar para preparar a la Humanidad para la Conciencia Cósmica.

La Película es una Obra de arte mágicka con el interés de transformar a la gente y producir cambios. Es un viaje psicotrópico con Donnal Cammell y Marianne Faithfull en el papel de Lilith, que se ‘full’ enfadó con Kenneth por obligarla a subir más de doscientos treintaitrés escalones de un templo neolítico con el sol sobre su cabeza, tras lo cual, y DADO que padecía el síndrome de abstinencia tras abandonar la heroína, se tambalea, se desmaya y acaba ingresada en un hospital por conmoción cerebral.

Uno de los elementos más inquietantes del film es la música terrorífica de Bobby Beausoleil, el supuesto amante de Anger. Beausoleil compuso una banda sonora de ‘rock sinfónico’ mezclando elementos orquestales de alto voltaje filosófico y de inspiración lisérgica, cercana a la mítica ‘Shine on You Crazy Diamond’ compuesta en 1974 como homenaje al traje de Sid Barred, fundador de Pink Floid, un buen ejemplo de uso y abuso del LSD – 25 en su metafísica y un verdadero dSartre existencial que lo llevó directaMENTE a la ruina.

Curiosamente, en aquellos momentos Beausoleil cumplía condena en San Quintín, por pertenecer al clan Manson, y sin ver nada de las imágenes de la película compuso una música mágicka y espectacular que se ajustó perfectamente a su cometido, enlazando de forma perversa sus acordes con las secuencias de Lucifer, demostrando una vez más que a veces los Malos pueden ser Buenos Soles.

Las tomas de las pirámides de Egipto, la Montaña de la Estrella, el cráter de un volcán a punto de entrar en erupción, y los platillos volantes invadiendo la intimidad de la Gran Esfinge de Gizeh, configuran un conglomerado de alucinaciones sobre ocultismo, simbología y delirios cercanos a la Estela de la Revelación, en este Arte de Acto Contracultural donde la conciencia se expande Más Allá de la vida menguante alienante.


Drogas, quién dijo drogas ?? Corten !! CortEN !!!! La Toma es BUeNA ¡!!!












2 comentarios:

Armi dijo...

Molt bon (i una mica delirant) repàs de coses varies, més o menys relacionades.

Oh, sí!: He cregut reconéixer ja d'entrada lo de "La Caja de Pandora"... Es que aquell exemplar en concret m'el vaig baixar, per curiositat... Però el tinc per aquí arraconat. Entre pitos i flautes el vaig anar deixant, simplement perque s'em feia massa extens. I entre còmics i d'altres cosetes que hom va visitant també quan hi ha alguna estoneta de temps... Al final unes coses trepitgen les altres...

Astrum dijo...

Aprofito per recuperar escrits que crec interessants... Aviat l?Avinguda de la LLUm... ja veuràs...
A10 AX