lunes, 2 de mayo de 2011

Necronomicón


‘… mis flores: ¡ Tú la conoces! Y el éxtasis será mi signo, la conciencia de la existencia continua, la omnipresencia de mi cuerpo.’


Director: Jess Franco
Año: 1968
País: Alemania, pero filmada en Portugal.


Guión: Jess Franco
Música: Friedrich Gulda


Intérpretes


Janine Reynaud ... Lorna Green
Jack Taylor ... William Francis Mulligan
Adrian Hoven ... Ralf Drawes
Howard Vernon ... Admiral Kapp
Nathalie Nort ... Bella Olga
Michel Lemoine ... Pierce
Pier A. Caminnecci ... Hermann
Américo Coimbra ... Crucificado
Lina De Wolf


Sinopsis


El ‘Necronomicón’ narra formalmente las fantasías de Lorna Green, una bailarina de strip-tease, en unos escenarios espectrales y sadomasoquistas. Aunque en el fondo se nos revela como una curiosidad surrealista en que destacan los delirios oníricos y esquizofrénicos entre sesiones de psicoanálisis. Los juegos de palabras enmarcan las atrevidas escenas eróticas que vistas con perspectiva son un claro homenaje a su admirado Buñuel en manos de Sade y Lovecraft.

Comentarios

Una de las primeras y hasta ahora difícil de comentar, será por esos demonios con forma de mujer atractiva que seduce a santos varones introduciéndose en sus sueños y fantasías (eróticas???) , para tener relaciones sexuales con ellos. Succubus, se llaman, Succubus me oyes???

De qué me vas a oír, si lo que más llama y arde en esta película es su curioso origen curioso encargo de un productor alemán que pidió a Jess Franco hacer una película de terror con un poco de erotismo, siguiendo la estela de Estella Blain y Miss Muerte (de 1966). Poco podía suponer entonces que la película fuera seleccionada para el festival de Berlín y Roger Corman al verla quedara Fascinado.

Más raro si cabe fue el sin guión previo de tres páginas con que Jess desarrolló la filmación de forma improvisada y felizmente inspirada en la vida de Abdul Alhazred, que no era un invento quimérico de Lovecraft, que era un hombre que realmente existió, vivió en Córdoba en el siglo XVI y escribió un libro lleno de parábolas sobre la pervivencia de los muertos en nuestro mundo al que llamó Necronomicón.

Alhazred fue quemado en la hoguera por brujo junto a su libro, pero alguien salvó una parte que se custodió en la Universidad de Sevilla hasta que el mismísimo Jess lo descubrió, y tomó breves notas en sus servilletas de papel amarillo.

Según los relatos de Lovecraft el Necronomicón es un libro que fue escrito en Damasco en el siglo VII por un árabe loco llamado Abdul Alhazred. El escrito de unas 800 páginas es un compendio de fórmulas mágicas que permite evocar cosas increíbles, seres y monstruos que habitan más allá del Abismo, incluso del Espacio Exterior.

En este sentido las elucubraciones de Lovecraft se identifican con la vida y obra de Aleister Crowley, el gran mago Negro del siglo XX que en 1904 recibió en el Cairo al dictado de un ser extraterrestre llamado Aiwass su ‘Liber Legis’, el libro de la Ley, que inauguraba este Post y el nuevo Eón de Horus, un nuevo sistema de ciencia, arte y religión que se quedó por el camino del caballero de la Oscura Figura, ‘el hombre más odiado de este Mundo’.

A quién vamos a dar la Razón: Jess o Lovecraft. Jess por supuesto, por ser el director de la película y más Xulo que un Fellini 8 y ½ .

El Conjuro del Observador.

Este conjuro ha de realizarse en el transcurso de la Ceremonia para que el Observador vigile los límites exteriores del Círculo. La espada ha de clavarse en el suelo y de cara a la Luna rendir Sacrificio levantando la Daga mientras con voz Alta y Clara se declama:

‘IA Mass SsaraTu
Te invoco por el Fuego de Girra
Los velos de ShammaSh
Para Observar y proteger este Círculo Sagrado.
Levántate Enki, deja de yacer bajo las montañas de Ur !!!!’

Después de estas palabras, y protegido así ante los embates más mortíf-Eros de los Succubus, pude por fin ver tranquilamente la película, sin dejar de perderme por entero en esa tierra incógnita donde Lorna vive y sueña el Sacrificio, con maniquís que cobran vida para pagar su deuda Final.

Impresionante Janine Reynaud que se exhibe como Sacerdotisa voluptuosa ante Jack Taylor en un baile de invocación que determina el signo poético de toda la película y de este Observador que se sienta para sentir los reflejos de las Fuerzas Ciegas de la Naturaleza, más allá del Umbral, en la salita junto al comedor donde dicen que me pierdo.

‘Entonces el Sacerdote respondió y dijo ante la Reina del Espacio, besando sus cejas hermosas y el rocío de su Luz de las Estrellas bañando todo su cuerpo con un dulce perfume de sudor: Oh Nuit, la continuidad del cielo, que sea así pasa SiEmPre.’



FOTOS



LORNA GreeN y su Invocación con una Canción.







Juegos de Palabras







5 comentarios:

Armi dijo...

Em sona, em sona!

Però crec que només en vaig veure una vegada un fragment, no recordo en quines circumstàncies. Naturalment em va cridar l'atenció el títol... Però tampoc no se'm va quedar res especialment retingut de la cosa. Ni tan sols estic segur de si en vaig veure un tros més aviat llarg o curt...

Astrum dijo...

Quan la van fer per la tele la vaig trobar rara rarar rara... i que no era de lovecraft... i ara mira...

Reich dijo...

Magnífic aquest bloc. Vaig a fer una ullada pel seus budells (del bloc, vull dir) a veure quines sorpreses guarden/s.
Moltes gràcies.

Astrum dijo...

Benvingut a la horroerótica... espero que trobis quelcom d'interessant...

Reich dijo...

Lo dit flipo amb el bloc. Moltes Gràcies.