Reparto
Brigitte Lahaie (la virgen) ................. Hélène
Patrick Bruno ...................................... Bertrand
Karine Gambier (Carine Stephen) ... Maguy
Robert Le Ray .................................... Ralf
Jean-Pierre Armand .......................... Hector
Sinopsis
Helene se acaba de casar con un señorcito y es una enamorada novia pero totalmente inexperta en el tema sexual, así que su maridito le sirve cada noche un vaso de leche con un potente afrodisíaco y le organiza varias fiestas con el personal de su servicio. Al final, una vez la virgen queda reconvertida en perdida ninfómana, lo van a celebrar con una orgía en el puticlub del pueblo.
Comentarios
En cierto modo el argumento de nuestra película ‘Je suis à prendre’ es una adaptación sui géneris de la ‘Histoire d’O’, una novela de la escritora francesa Pauline Réage que publicó en 1954 i que relata las aventuras (o desventuras) de una joven enamorada que cede a las perversiones de su amado, que básicamente consiste en ofrecerla sexualmente a otros 'miembros' mientras mira y también en incluirla como dama de honor en varios juegos sadomasoquistas con látigos y castigos.
Francis Leroi se basa en esta perversa propuesta y cede el protagonismo a las escenas de sexo de su novia con los criados: el mozo de mulas (con los caballos), el viejo Néstor (de toda la vida) y mención especial para la sexual doncella Karine Gambier (que se exhibe con un Consolador siempre seria y profesional en busca de su papel de carcelera en ‘Island Women’).
Aunque se trate de una película porno, y nadie se ofende por ello, se introducen elementos en la trama con sabor a ‘Misterio Hitchcock’, aunque en este caso se diría mejor que se trata de un misterio tipo Hit (golpe) Cock (big hit cock) : un vaso de leche a rebosar afrodisíacos que el señor ofrece a la joven cada noche para estimular su libido y condenarla así a la degeneración y ninfomanía persecutoria.
Patrick Bruno ...................................... Bertrand
Karine Gambier (Carine Stephen) ... Maguy
Robert Le Ray .................................... Ralf
Jean-Pierre Armand .......................... Hector
Sinopsis
Helene se acaba de casar con un señorcito y es una enamorada novia pero totalmente inexperta en el tema sexual, así que su maridito le sirve cada noche un vaso de leche con un potente afrodisíaco y le organiza varias fiestas con el personal de su servicio. Al final, una vez la virgen queda reconvertida en perdida ninfómana, lo van a celebrar con una orgía en el puticlub del pueblo.
Comentarios
En cierto modo el argumento de nuestra película ‘Je suis à prendre’ es una adaptación sui géneris de la ‘Histoire d’O’, una novela de la escritora francesa Pauline Réage que publicó en 1954 i que relata las aventuras (o desventuras) de una joven enamorada que cede a las perversiones de su amado, que básicamente consiste en ofrecerla sexualmente a otros 'miembros' mientras mira y también en incluirla como dama de honor en varios juegos sadomasoquistas con látigos y castigos.
Francis Leroi se basa en esta perversa propuesta y cede el protagonismo a las escenas de sexo de su novia con los criados: el mozo de mulas (con los caballos), el viejo Néstor (de toda la vida) y mención especial para la sexual doncella Karine Gambier (que se exhibe con un Consolador siempre seria y profesional en busca de su papel de carcelera en ‘Island Women’).
Aunque se trate de una película porno, y nadie se ofende por ello, se introducen elementos en la trama con sabor a ‘Misterio Hitchcock’, aunque en este caso se diría mejor que se trata de un misterio tipo Hit (golpe) Cock (big hit cock) : un vaso de leche a rebosar afrodisíacos que el señor ofrece a la joven cada noche para estimular su libido y condenarla así a la degeneración y ninfomanía persecutoria.
Si HitchCock levantara la cabeza seguramente se divertiría con la presencia de las dos preciosas sirenas franquianas que llenan la pantalla con sus... recuerdan la encuesta de pechos, Pexos Franquianos, pues que faltan pocos días para su resolución y los pechos están que ARDEN.
La sirena principal és Brigitte Lahaie, que nació el 12 de octubre de 1955 en Tourcoing, Francia, aunque pasó su infancia en Metz y descubrió los primeros novios en Lyon ( o sea que se lió en Lyon….). A los 18 años se trasladó a París con la intención de convertirse en modelo, y gracias a unas fotos de sus desnudos fue contratada para una película porno. La experiencia la llenó de gozo (su gozo en un pozo) así que decidió continuar su carrera como actriz porno, rodando en 1977 su primer película importante en este género: ‘Juissances’. Mas tarde se confirmó con la película ‘Parties Fines’ y se consagró con esta ‘Je suis a Prendre’.
Entre 1976 y 1980 rodó por varias camas en diversos films pornográficos, pero lo mejor fue que también se dedicó a rodar películas más convencionales a las órdenes de Jean Rollin (con el cual también rodó pornos), destacando ‘Les Raisins de la mort’ (1978) o ‘Fascination’ (1979), y también con Jess Franco, luciendo especialmente en ‘Je brûle de partout’ (1979) y particularmente en ‘Faceless’ (1987).
Lahaie supo reconducir su carrera cinematográfica hacia parámetros más normales, y se convirtió en una estrella de la radio y la literatura. Desde hace años que emite con su consultorio de sexo, donde nadie le podía negar su doctorado, resolviendo muchos problemas, mientras sufre tintas plasmando sus increíbles experiencias en varios libros, libros sobre sexo (claro) y sobre el zodíaco y el sexo (o el sexo de los ángeles).
En estos momentos podéis seguir sus evoluciones (o revoluciones) a través de uno de los blogs más destacados en la blogosfera : http://www.rmc.fr/blogs/brigittelahaie.php
Uno de los puntos más interesantes, o preocupantes, de esta película son los diversos temas sexuales que trata. Evidentemente, como cualquier película porno que se precie, tiene una base de adulterio, puterío y lesbianismo, con imágenes gozosas de caricias, fellatios y cap-i-cua habituales del género. Luego está la salsa que se regodea en parafilias como el voyeurismo, sadomasoquismo, gerontofilia y hasta zoofilia sublimada.
Aunque tratar de estos temas suponga un tabú que aleja a las personas sensibles de los comentarios cinéfilos habituales, no deberíamos olvidar que en la persona humana de forma semejante a como se manifiesta el ‘hambre’ del instinto de nutrición, también se manifiesta la ‘líbido’ del instinto sexual, y que se trata de instintos básicos de supervivencia, del individuo y de la especie, que no se pueden ignorar.
En los primeros estudios las perversiones sexuales fueron calificadas como patologías degenerativas, unos impulsos asociados a actos repugnantes de espanto y dolor, muchas veces sin carácter genital, que alejaban a la persona del comportamiento sexual normal cuyo principal objetivo era la reproducción. En este sentido hay todo tipo de parafilias, algunas bastante raras, como la ‘Cargirlofilia’, una variante del voyeurismo donde el placer sexual se obtiene mirando los pies desnudos de una chica guapa apretando los pedales de un coche mientras conduce, en particular el pedal del acelerador (ver video) , y si se puede verlo desde un autobús parado en un semáforo en rOjO.
Más tarde la suciedad de la sociedad evolucionó hacia posturas más flexibles y menos dolorosas, y los doctores en la materia se fueron dando cuenta de que estas ‘perversiones’ se integraban de forma fácil y eficaz en la vida sexual habitual a través de ‘fantasías sexuales’ (de ayer y hoy) especializadas, aceptadas y que se convierten en necesarias. En este sentido el cine ha contribuido en la distribución de conceptos, procedimientos y actitudes de fantasías sexuales, marcando modas e itinerarios que han expandido las parafilias a extremos inenarrables dentro de la ficción.
El problema muchas veces surge cuando la persona intenta trasladar a la realidad lo que en el mundo de las ideas luce tan apetitosos. Es entonces cuando aparecen disfunciones que pueden provocar daños y perjuicios, aunque en la actualidad se han superado muchas barreras y el tema sexual se trata con más sentido, sentido sexual, desde el respeto y el compromiso de que mientras todo sea consentido (con sentido), todo está permitido [y al que no le guste que no mire (y se aguante)!!!].
Como decía Damiano, las películas XXX se deberían incluir en la lista de medicamentos aceptados por la Seguridad Social, y aparecer en las prescripciones médicas como remedio a muchas de las enfermedades, mentales o psicosomáticas, que hoy en día torturan a nuestra sociedad.
Si de paso esta medicina nos la suministra una enfermara como Brigitte o Karine que más queremos, si acaso morirnos del gusto o del disgusto de no poder traspasar la pantalla hacia la otra realidad…
FOTOS
5 comentarios:
Un cop més, un post complet i exhaustiu, amb definicions, imatges, vídoes i referències blocaires incloses. Gràcies, ets un erudit!
Moltes gràcies pels teus comentaris, com sempre ho fem perquè ens agrada però compartir és que que omple.... i espera la pròxima (que m'està donant molta feina) i que va de Romanos....
Alea jacta est!
El clip dels peus als pedals és un joc semàntic brutal, dedicat als fetitxistes... Una troballa!
POT SER PITJOR????
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