sábado, 29 de agosto de 2009

El Sexo está Loco


‘Étant donnés’ es la obra de arte más extraña que podemos encontrar en cualquier museo del mundo. Cuando los visitantes del Philadelphia Museum of Art llegan al final de un pasillo y se encuentran con un portalón de madera enmarcado en un arco de ladrillos se quedan perplejos. ¿Qué significa aquella vieja puerta perdida? Pocos son los que se acercan para observarla con más detenimiento, y menos son los que descubren los dos agujeros desgatados a la altura de los ojos que permiten descubrir el diorama interior. Entonces el visitante se convierte en voyeur y se queda pasmado ante el impacto visual del cuadro tridimensional que aparece ante sus OjOs: el cuerpo de una mujer desnuda, tendida de espaldas sobre un lecho real de ramas secas, hierbajos y hojarasca, su cabeza está oculta y su brazo izquierdo sostiene una lámpara de gas, que resplandece ligeramente sobre un fondo de bosques, nubes y una pequeña cascada centelleante bajo el sol.


Sin duda esta última obra de Marcel Duchanp representa una metáfora perfecta de la obra de Jess Franco, en el sentido que la mayoría de los espectadores de las ‘Jesslículas’ solamente han visto la puerta, y no han descubierto el sexo descubierto que yace y la Luz que aparece detrás. De la misma manera que el paciente lector de este blog puede que aún no haya clicado la foto que ilustra este post, y le queden algunas palabras sin sentido, como las imágenes de la película de Jess que ahora vamos a comentar.


Se trata del ‘Sexo está Loco’ del año 1979, un año de caníbales (‘Mondo cannibale’ , ‘Sexo caníbal’) en que por fin consigue un ‘Cocktail special’ de sexo y locura, de forma que el sentido sexual se pierde en las marañas (patrañas) de los psicoanalistas, hasta llegar a descubrir los ‘Quatrimonios’, matrimonios de cuatro, en este caso dos hombres y dos mujeres que se casan entre sí, en una singular escena que haría reflexionar a la institución de la Sagrada Iglesia Católica respecto a sus ritos sagrados.


Esta comedia eróticofantástica está protagonizada por Candy Coster (Linda Romay), Lynn Anderson, Tony Skios y Antonio Mayans entre otros. También aparece en una escena Jess, pero no en la primera, donde aparecen unos alienígenas que engendran a toda prisa ( 6 hijos por minuto), todos ‘en pelotas por supuesto’, seguramente por exigencias del guión , el cuál brilla por su ausencia, ya que no se puede decir que esta película tenga un guión, al contrario, se trata de una sucesión de disparates, sentido como duchampiano con readymade, en que además de los extraterrestres y los cuatrimonios también aparecen espías y sacrificios humanos a San Cucufate ( Sant Cugat en catalán), un santo cristiano que predicó en la Península Ibérica el siglo III y que murió degollado por su expreso deseo de sufrir en martirio.

Se dice que San Cucufato concede deseos al hacerle peticiones según la fórmula en que tomando una tela se le hace un nudo mientras se dice: 'San Cucufato, los cojones te ato. Si no me lo concedes, no te los desato'. El nudo se debe conservar hasta que el deseo se cumpla. Seguramente este conocimiento no era ajeno a los propósitos de Jess que todavía hoy en día utiliza pañuelos con nudos anudados.

Tampoco me quiero extender en el comentario de esta singular película de cariz claramente surrealista, y menos cuando Víctor ya hizo sus acertados comentarios en la web de Francomanía y su webmaster manifestó que se convirtió a la ‘francomanía’ después de verla en toda su extensión y diferentes dimensiones (de existencia). Sirva este post como sentido homenaje a la web de FRANCOMANIA y a su webmaster Chus, fuente proteica de la mayoría, sino de todos, los foros, blogs y sites que actualmente están activados para mayor devoción de los ‘ventiladores’ (fans) de Jess Franco.

Lo que no puedo evitar es asociar esta película con la locura de una poeta muy particular: Alejandra Pizarnik. La controvertida, polémica y malograda Pizarnik que se suicidó en 1972 tras sufrir varias depresiones que la llevaron al manicomio. Quizás debido a este descenso a los infiernos su obra se sitúa en la provocación de la lujuria y perversión femenina, que tan a menudo aparecen en las imágenes franquianas.

‘Me acerco a la locura y a la muerte y que más da si el pasado me invade y las palabras me atormentan en mi sufrimiento. Te espero desnuda como una muerta bajo la guadaña de la Muerte. Mis visiones son alucinaciones de vividas imágenes muertas, callada entre sombras recuerdo tu castigo divino y la maldición de las abominables criaturas del abismo en mi Noche Oscura del Alma’.

Estas palabras resumen el penoso estado de ánimo con que Alejandra luchaba contra la vida, sonidos de fondo del universo que por momentos se nos hacen familiares y que con horror podemos comprender: ‘ Alguien que enloquece cuando se despuebla su soledad. Alguien que vivía con una enajenación atroz hablando con criaturas imaginarias y que no se daba cuenta de nada, ese alguien enloquece cuando calla el coro de sombras animadas, cuando ninguna voz le habla desde su propia inconsciencia’.

El gusto por la obscenidad y lo explícitamente sádico se manifiesta en su obra ‘La Condesa Sangrienta’ de 1965, donde expresa de forma poética la historia perversa y grotesca de la condesa Erzsébet Báthory que en el siglo XVI torturó y asesinó a más de 653 muchachas, para bañarse con su sangre. Báthory decía que con la sangre de sus víctimas conseguía mantenerse joven, y que los gritos de las jóvenes sometidas a diversas formas de torturas (que se describen minuciosamente en la obra) expandía su consciencia a otras dimensiones.

Pizarnik nos presenta el poder, violencia y sadismo en manos de una mujer, lo que aniquila nuestra preconcepción de la condición femenina y redistribuye la tradición mitológica de la crueldad, que hasta aquellos momentos era fundamentalmente de carácter masculino. En esta nueva dimensión se inscribe Irina Karlstein de Jess que en la película ‘Female Vampire’ (1973) pone en imágenes las palabras de Alejandra (+ o -).

Desconozco hasta que punto Báthory inspiró a Jess tanto como el Divino Marqués de Sade (referencia constante en la trastienda erótica de las jesslículas), pero una vez más el argumento anárquico y las situaciones grotescas del ‘Sexo está Loco’ me recuerdan uno de los textos emblemáticos de Pizarnik: ‘ La bucanero de Pernambuco’ que figura en mi ‘biblioteta’ entre la Biblia y Bronwyn de Cirlot, y que dice así en uno de sus momentos:

‘Y puesto que fumaba un puro, se esfumó. Así antaño el pirata Apocalipsis Morgan se eclipsó porque Fata Morgana lo desnudó:
- La vacoginia en los hombres de impermeable esperma, y en las mujeres menestrales la monstruación y las secreciones secretas que nosotras, pícaras, consagramos a los dioses del pubisterio de la Noche.
- ¡Sádico! – chilló dando patadas como Platero y yo, la que si se corrió contra la ventana se jode con su flauta de jade que elogió el marqués de Jade.
- Ché, Chú, si de repente aparece Frankenstein con el susobicho más parado que el Papa sentado, y la viera lavarse la entrecoja, entonces ya no se le pararía ni para hacer rabiar a Drácula.

Posdata de 1969: la supieron los discípulos de Orgasmo, autor de una adamantina chupada de medias al loquero cuyo título mis pajericultos lectores conocen.’

En fin, ahora que llegamos al fin, recordar que Todas las palabras aquí escritas encierran un potencial poético fruto de un campo de sufrimiento engendrado por una ‘energía patética’ que condensa el ‘amor loco’ que llevamos dentro en armonía con oscuros holocaustos. Por eso me gustan las ‘pelis de Jess’, porque han sabido sintonizar con aquellos ‘deseos oscuros’ que los ‘sedientos por el ansia’ soportamos estoicamente en esta existencia.

¿Para qué sirve una película de Jess? : ‘Para que en una noche lluviosa y helada alguien vea en unas imágenes su confusión inenarrable y su propio dolor’.


Solamente aquellos que se puedan identificar con el sentido trágico de la vida podrán llegar al Conocimiento y Conversación con el Santo Ángel Guardián, y así perderse en una Eternidad de Silencio.





1 comentario:

Galderich dijo...

Desconocía la obra de Duchamp. Genial.