La Bestia in Calore

Director: Luigi Batzella   (Ivan Kathansky)

Año: 1977

País: Italia

Guión: Lorenzo Artale , Luigi Batzella

Reparto

Macha Magal  ...      Dra. Ellen Kratsch

Gino Turini   ...         Drago (as John Brawn)

Edilio Kim    ...          Capt. Hardinghauser

Xiro Papas    ...         Lupo (as Xiros Papas)

Salvatore Baccaro   ...The Beast

Sinopsis

Durante la Segunda Guerra Mundial una sádica investigadora nazi crea un suero para convertir a un hombre en bestia, pero llega la resistencia y con intensidad se lo carga todo.

Comentarios

Es conocido que los nazis hacia el final de la II GM buscaban el arma definitiva para ‘joder’ al enemigo, lo que no podíamos esperar es que esta arma se ‘follase’ al enemigo directamente.

No es la Bestia en el Espacio, pero es una Ilsa. Es un decir que esta nueva Ilsa es una sexy dominatrix  y cruel calavera sonriente marca de la casa SS. Esta doctora crea un mutante  peludo que se vuelve loco en pelotas, lo tienen encerrado en una jaula por ser un salvaje, y la muy sádica le ofrece una virgen en sacrificio,  que viola con devoción,  violentamente y hasta la muerte.

Por las trazas de sadismo, gore y explícitos desnudos integrales, se deriva su calificativo ‘nasty’;  ya no clasificada ‘s’ que pueda herir sensibilidades, sino clasificada directamente desagradable y de mal gusto, por lo que fue largamente prohibida en el Reino Unido.

Con este film Luigi sigue la estela plateada ‘ilseana’ de finales de los 70 donde en los campos de concentración se mezclaban torturas con sexo, determinando todo un género, la  ‘naziexplotation’, y a la larga generaron las ‘tortureporn’  como degeneración del gusto cinéfilo al filo de lo permitido.

El largometraje se nutre de escenas bélicas como es debido, y de una trama paralela al conflicto en el laboratorio, donde una chica es espía y los partisanos luchan contra los invasores nazis. Y aunque al final confluyan en el epílogo no dejan de ser caminos independientes que viven y mueren a su turno, me quedo con Ilsa.

A comentar la aparición de las dos guardias femeninas de turno que aguardan en el laboratorio y sus curiosas expresiones lujuriosas cuando su jefa trata de torturar al partisano capturado usando sus armas de mujer, o sea, excitándolo más allá del dolor, porque si un trasfondo filosófico nos sofoca es la delgada línea roja que dirime el placer como lujuria, la fuerza natural sexual como arma de destrucción masiva y a lo lejos, los humanos como especie del espacio difícil de explicar.

De mis ojos quemados  salen cruces

De mis manos quemadas  caen montañas,

De mi boca abrasada  surgen luces.

Fuego  lleno de centros infinitos

Fuego como la letra en las entrañas,

Fuego  bajo los astros de los gritos.

En estos días de frío intenso un poco de calor en la pantalla nos puede entretener, aunque sea a lo bestia, recuerda que ha sido y será la Gran Bestia 666 el maestro Therion, que hizo del sexo su magia y que lucho contra los nazis con símbolos tifonianos.

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